lunes, 19 de marzo de 2018

Bloque 1: lenguaje, lengua y comunicación oral


BLOQUE 1: Lenguaje, lengua y comunicación oral


Debatir es participar en una discusión organizada y defender una idea según las convicciones de cada uno. Para que exista un debate, se necesita de un moderador neutro que anime al grupo de participantes quienes, a su vez, forman parte del público. Esta manera de dialogar puede ser muy constructiva siempre y cuando sea llevada a cabo con tolerancia y respeto.

El debate en el ámbito escolar favorece y ejercita la capacidad de expresión oral de los niños. Este tipo de discusión ayuda a desarrollar el espíritu crítico de los individuos y fomenta la tolerancia de los participantes. Se trata de un ejercicio de expresión oral en el que cada orador expone argumentos sustentados.

Antes de elegir un tema de debate que sea del interés de los participantes, las reglas de juego deben de ser claras desde un principio. Por eso, es fundamental que el moderador ponga las pautas estableciendo los límites para que el ejercicio se desenvuelva de la mejor manera.

Para contextualizar la actividad, el debate se llevará a cabo en una clase de 6° de primaria con 20 alumnos de 11 y 12 años. Para esta actividad la clase estará dividida en dos equipos iguales. Los alumnos estarán sentados en dos semicírculos con el moderador en el medio para que pueda intervenir cuando sea necesario. Una vez que los grupos se hayan formado, cada uno de ellos tendrá 15 minutos para juntos poder estructurar su pensamiento y ponerse de acuerdo sobre las ideas que van a debatir. Luego, antes de comenzar se explicitarán los siguientes puntos:

-       Respetar el turno de palabra de cada orador sin interrumpir a los compañeros
-       Ser cortés y no manifestar groserías si la idea de un compañero no conviene a uno de los participantes
-       Anotar las ideas que surjan para poder enunciarlas en el momento dado
-       Mantener la calma y un tono de voz adecuado
-       Esperar pacientemente hasta que el moderador otorgue el turno de palabra
-       Escuchar y atender a las aportaciones de los participantes 

Puesto que uno de los propósitos es la participación de todos los alumnos, cada uno tendrá que intervenir al menos una vez. El debate se realizará de la siguiente manera: por turnos y de manera progresiva según la disposición de los alumnos, cada uno de ellos deberá expresar su idea argumentada, de manera que la persona del otro grupo tenga la oportunidad de réplica. Si un alumno desea saltar un turno, puede hacerlo y se la dará la palabra al compañero de al lado. No obstante, durante la siguiente intervención deberá expresar una idea defendiéndola con argumentos claros. En caso de dificultad, el moderador guiará al alumno para que este pueda desenvolverse de la mejor manera.

El objetivo es que el moderador intervenga lo menos posible para que los alumnos puedan hablar libremente respetando las pautas del debate. Para evitar el egocentrismo comunicativo y favorecer el desarrollo de la competencia comunicativa, el moderador tratará de hacer preguntas abiertas para que todos puedan posicionarse y desarrollar una idea argumentada. Además, deberá crear un clima propicio al debate en el que los emisores se sientan valorados y respetados.

Asimismo, a lo largo del debate el moderador llevará a cabo un control con los aportes evocados para que las ideas repetidas no se vuelvan a tratar con profundidad. Claro está que varias de las ideas estarán relacionadas, por lo que el moderador tratará de guiar el debate para que los alumnos no pierdan el filo conductor. De este modo, antes de pasar a otra idea, el moderador se asegurará de haberla explotado lo mejor posible para que exista un verdadero diálogo social. Debido a que la actividad se trata de un acto comunicativo, el moderador llamará la atención de los participantes para que estos se empeñen en ser escuchadores y no simplemente oyentes. Para ello, todos deben realizar un esfuerzo para lograr mantener un debate activo y ameno.

En cuanto al tema de debate, como moderadora propondría los medios sociales ya que forman parte de nuestro cotidiano. Por dicha razón plantearía la siguiente pregunta: ¿son los medios sociales una mala influencia para la sociedad? Me parece que esta temática es fuente de motivación para los alumnos ya que seguramente los alumnos se habrán confrontado al menos una vez a alguno de los diversos medios sociales. 

Para poder llevar a cabo un debate, es imprescindible que el moderador conozca bien del tema y se haya informado lo suficiente para poder intervenir y aclarar dudas. Asimismo, es necesario que el moderador reformule cuando algo no quede claro. De este modo, los participantes podrán sentirse más implicados y por ende la participación será mayor y de mejor calidad.

Las siguientes preguntas podrían ayudar a animar la continuidad del diálogo:

-       ¿Los medios sociales aíslan o reúnen a las personas?
-       ¿Tienes más amigos ahora con los medios sociales o antes sin ellos?
-       ¿Qué pasaría si dejamos de lado a estos medios?
-       ¿Qué podría pasar si todos dependeríamos de ellos?
-       ¿Crees que puede ser nocivo?

Debido a que el debate se efectuará de manera aleatoria, puede que los niños más tímidos tengan dificultades a la hora de expresarse. Es por esta razón que el moderador desempeñará un rol importante. Si tenemos un niño tímido al que le cuesta participar, el moderador se encargará de animarlo y valorará particularmente los aportes que dicho niño haya dado. Así, le ayudará haciéndole preguntas guiadas que permitan al alumno posicionarse y expresar su opinión.
Lo ideal sería que el moderador tenga previos conocimientos sobre el niño para poder hacerle preguntas relacionadas con su entorno personal. Estas serían, por ejemplo: “Para ti, ¿cuáles son los riesgos de las redes sociales?, ¿qué se puede hacer con los casos de acoso?, ¿cómo se debería tratar la información privada?, etc.”. De esta manera, se evitará que el niño se deje llevar por la timidez y se tratará de que pueda expresar su punto de vista. Estas preguntas de andamiaje permitirán asimismo desbloquear el diálogo cuando sea necesario.
De igual modo, si tenemos un niño perturbador que no respeta las normas de comunicación, el mediador se encargará de sentarlo cerca de él para poder intervenir y recordarle las reglas del debate en todo momento. Además, sería oportuno que dicho niño esté rodeado de pares tranquilos que puedan igualmente contribuir al buen transcurso de la actividad, recordándole al compañero las pautas del debate y que este pueda seguir el ejemplo de sus pares.
Si el niño perturbador solo acepta su postura, el moderador debe recordarle que el objetivo del debate es abrirse a las visiones de los demás. Por eso, se debe insistir en que la actividad de debate consiste en escuchar a los demás, relativizar ante la divergencia de pensamiento y, más que nada, en no tomar los aportes de los participantes como un ataque personal.
Finalmente, para evaluar la actividad el moderador deberá rellenar una lista de parámetros que le permitirán evaluar la participación, expresión y comprensión de los estudiantes. Para ello, se tomarán en cuenta los siguientes puntos:
-       la escucha activa
-       la participación de los alumnos
-       la coherencia de las ideas expuestas y la claridad de la argumentación
-       la pronunciación y el vocabulario utilizado
-       el uso adecuado de la gramática
El moderador dará la actividad por terminada una vez que ambos equipos hayan expuesto y desarrollado sus ideas. Asimismo, se encargará de evocar los elementos de la evaluación y resumirá la actividad evocando el objetivo del trabajo realizado.

Bibliografía:

  • Labajo, Irune. Guía Didáctica de la lengua española 

Webografia:




Artículo final

… Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado ¿Didáctica de la lengua española como equivalente a Didactique de la lan...